Los nuevos servicios de transporte compartidos han basado su éxito en principios como la comodidad, el buen trato y, sobre todo, la seguridad. Mucha de la gente prefiere pedir un Uber en lugar de abordar un taxi convencional ya que en teoría el chofer es alguien que tuvo que haber pasado un proceso de aceptación. Lamentablemente no es siempre el caso y al menos en México ya nos hemos topado con casos en los que la falta de revisión de antecedentes han tenido finales trágicos.
Pero esto no pasa sólo en nuestro país, en Colorado, la Comisión de Utilidades Públicas del estado multó a Uber con 8.9 millones de dólares por haber contratado gente que no calificaba para ser chofer de la empresa. En una auditoría que llevaron a cabo, descubrieron que 32 conductores de la compañía no debieron haber sido contratados. 12 contaban con antecedentes penales, 17 tenían historiales con multas serias y 3 contaban con una licencia especial que sólo se otorga a aquellos que tienen antecedentes de haber manejado en estado de ebriedad.
Ninguno de ellos debió haber sido contratado y Uber lo sabe. La compañía aceptó que algo salió mal en su proceso de verificación de datos y están haciendo todo lo posible por corregir el error lo más rápido posible. El problema es que si esto pasó en Colorado, las probabilidades que suceda en otros lugares, como México, son bastante altas. Parece que los vehículos autónomos son una solución real a este problema.
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