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Esta sería una buena oportunidad para darte un sermón sobre la correcta posición de manejo antes de encender el motor de tu coche, pero como sabemos que ya eres un experto al volante, en esta ocasión sólo queremos compartirte algunos consejos, antes y durante tu conducción en medio de las lluvias de este temporal.
Para que no te llueva sobre mojado, debes tomar en cuenta estos puntos que me parecen son los fundamentales y evitarán que desencadenes una serie de errores, por lo que nuestra intención es que la pases lo menos mal posible en medio del tránsito y encharcamientos.
Antes de salir:
- Revisa tus luces: Es importante que verifiques que ambos faros frontales encienden y que tus luces de las calaveras prendan cuando pisas el pedal del freno. No pongas las luces altas ni los anti-niebla, ya que las gotas de lluvia actúan como espejo y puedes encandilar o “cegar” a quien venga de frente.
- Estado de las llantas: La profundidad de la huella (dibujo) debe ser no menor a tres milímetros. Recuerda que esas ranuras tienen la función (además del agarre) de expulsar cierta cantidad de litros de agua por segundo, y si las llantas van más allá de su capacidad, perderán el contacto con el piso. Por otro lado, revisa la presión correcta de las llantas, que no es siempre 28 o 30 libras. La cantidad de aire que debes poner influye con el peso y número de pasajeros. Revisa el manual, o la etiqueta que se encuentra en el pilar “B”.
- Aire acondicionado: Pon el aire a recircular con una temperatura intermedia. Ni muy frío ni muy caliente, ya que de esta forma evitaras que se empañen los cristales, evitando que tengas que sacar la franela para limpiarlos y empeorando tu visibilidad. La velocidad del ventilador puede ir al máximo en los primeros minutos. Y para que esto no sea una solución a medias, deberás tener limpios tus cristales, y con las gomas de los limpiaparabrisas en buen estado.
A la hora del manejo:
- Baja la velocidad: Cuando comienza a llover es importante que desaceleres de forma gradual, ya que del asfalto puede “soltar” el aceite y hacer que la superficie sea muy resbalosa. Trata de pisar la huella del auto que va adelante, así seguirás el camino menos mojado y más seguro.
- Evita los charcos: Circular por los carriles centrales es la mejor forma de evitar los charcos. Las avenidas y calles se construyen en función de que la parte central sea más elevada, para mejorar un poco el desagüe. Por otro lado, si estás en medio de una calle inundada, observa el vehículo que viene adelante de ti, si el nivel supera la mitad de su rin, estarás poniéndote en riesgo, ya que las pastillas de los frenos se humedecerán y en un frenado de emergencia no responderán; al mismo tiempo la altura del escape permitiría la entrada de agua.
- Secado de frenos: Si pasaste por un charco, sigue tu camino y con el auto en movimiento, simplemente haz dos o tres pulsaciones sobre el pedal del freno, para que las pastillas o tambores se sequen lo más rápido posible
- Acuaplaneo: Haz perdido el control de tu auto, pero no es la hora del pánico. Debes concentrarte en evitar un mayor desastre si sientes que el auto “flota” sobre el agua. Mantén la dirección firme y en un sentido, al mismo tiempo levanta el pie del acelerador y no pises el pedal del freno. Una vez que sientas que haz recuperado el auto (notarás que el giro del volante ya no es extremadamente ligero) y está en contacto con el piso, puedes frenar gradualmente. Insisto, no superes las capacidades de tus neumáticos o te harán una mala jugada.
Vía | CESVI México
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