En un mundo conquistado por los SUV, es de reconocerse la labor de las marcas que aún conservan una miniván entre su portafolio de productos. Tal es el caso de la Toyota Sienna, cuya generación actual ya lleva 7 años en el mercado. Antes de renovarse por completo, muestra una actualización muy sutil de cara a su presentación en el Auto Show de Nueva York.
El diseño no ha hecho más que adaptar el producto que ya conocemos al estilo de los últimos lanzamientos de la marca. Esto es un nuevo diseño de parrilla, ahora dividida, y una fascia con tomas de aire más grandes y faros de niebla de mayor personalidad. De ahí en fuera, faros y calaveras se mantienen justo como los conocimos.
Por dentro hay algunas novedades, sobre todo en lo referente a tecnología. Según versiones, puede estrenar un sistema de infotenimiento con funciones en línea, sistema de sonido premium JBL, compatibilidad con dispositivos Android, cuadro de instrumentos con pantalla a color de 4.2", cámara de visión 360º, cinco puertos USB y navegación.
Al ser la insonorización un factor importante en un vehículo familiar, se incorporaron cristales laminados y acústicos —según versiones— para reducir sonido, vibraciones y asperezas. En cuanto a seguridad, al menos en Estados Unidos, la alerta de colisión con frenado automático, detección de peatones, control de velocidad crucero adaptativo, luces altas automáticas y alerta de abandono de carril son de serie en todas las versiones.
Los motores se mantienen sin modificaciones. Todas las versiones llevan el V6 de 3.5 litros, que desarrolla 296 hp y 263 lb-pie de torque. La tracción se envía a las ruedas delanteras gracias a una transmisión automática de 8 velocidades.
