Así es como los autos japoneses antiguos se siguen beneficiando de la fiebre de Rápidos y Furiosos
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Así es como los autos japoneses antiguos se siguen beneficiando de la fiebre de Rápidos y Furiosos

La franquicia "The Fast and The Furious" introdujo la cultura del tuning japonés en Estados Unidos y en el resto del mundo cuando la primera película se presentó el 18 de junio de 2001.

La popularidad de esta cinta ayudó a crear un nuevo sector en el mercado de coleccionistas de automóviles que ha experimentado un crecimiento constante tanto en valores como en demanda.

En la película, autos de Nissan, Mazda y Toyota que hasta aquel entonces eran prácticamente desconocidos saltaron a la fama y se convirtieron en modelos de culto, como el Ferrari 355 o el Dodge Charger de 1970.

Gracias a que la franquicia de “Rápidos y Furiosos” nos sigue entregando películas con cierta regularidad, nuevas generaciones de entusiastas comienzan a voltear la mirada hacia vehículos japoneses de hace 10 años o más, cuyo precio, lejos de bajar, ha aumentado con el paso de los años, debido a los fans de las películas que desean iniciar sus propias colecciones.

Estos son algunos de los popularizados por la película y cuya demanda continúa creciendo:

Mazda RX-7

Mazda RX-7

Cuando salió a la venta en 1993, el Mazda RX-7 1993 tenía un precio aproximado de $33,000 dólares. Sin embargo, en 2005, el Mazda RX-7 1993 que apareció en la película, conducido por Vin Diesel fue subastado por $40,250 dólares.

Desde entonces, los precios de este auto no han dejado de crecer. Un modelo de este tipo se vende actualmente en 59 mil dólares.

Toyota Supra

Toyota Supra Fast And Furious

Este deportivo japonés fue uno de los más beneficiados por la película; fama que se acrecentó luego de la muerte de Paul Walker. Allá por 1995, el Supra costaba alrededor de 50 mil dólares, una cantidad exorbitante para este auto, pero nada comparado con los 70 mil dólares que se piden actualmente por un modelo similar al de la película.

Sin ir más lejos, el Toyota Supra 1993 manejado por Paul Walker en la película se vendió por 185 mil dólares en 2015, esto es, 135 mil dólares más que cuando era nuevo.

Acura Integra GS-R 1994

Acura Integra

El Acura Integra GS-R es uno de los coches tuning más asequibles que aparecen en la película. Cuando fue lanzado, este coche ostentaba un precio aproximado de $20,000 dólares, un costo que se ha mantenido constante y hasta un poco bajo, dado que en la actualidad, un Integra GS-R 1994 puede venderse hasta en 15 mil dólares

Nissan 240SX 1997

Nissan 240SX 1997

Este es uno de los coches que aparecieron en la película y cuyo precio más se ha devaluado. En la actualidad, por lo menos en Estados Unidos es posible comprar modelos S13 o S14, que son los más comunes, por unos cuantos miles de dólares, poco si lo comparamos con el costo de 22 mil dólares que costaba un Nissan 240SX nuevo, allá por 1997.

¿Qué pasará en el futuro?

Lo lógico es que la demanda por estos autos aumente en la medida que las jóvenes generaciones de fans del tuning y de las películas de “Rápidos y Furiosos” crezcan y adquiera los medios para comprar los autos de sus sueños.

Además, no hay que perder de vista que los coches ideales para una modificación tuning, como el Nissan Skyline GT-R, versiones R33 y R34 que antes no estaban disponibles Estados Unidos podrán ser importados legalmente en el transcurso de los próximos años.

Así que mientras llega la novena y la décima entrega de “The Fast and The Furious”, lo que se puede esperar es que los coches japoneses seguirán aumentando su precio y demanda.

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