Suzuki Swift Sport 2019, al volante de un auténtico deportivo que hace magia con 138 hp
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Suzuki Swift Sport 2019, al volante de un auténtico deportivo que hace magia con 138 hp

“Quería ponerle algún pero, pero no lo encuentro”, “tenía años que no me divertía así en carretera” o “…y es que además mira el precio” son algunas de las palabras que escuchamos de nuestros colegas durante el lanzamiento del Suzuki Swift Sport en México. Pocos coches han generado tanta unanimidad entre la prensa especializada, y aunque el tiempo de espera para tenerlo en nuestro país sirvió para que las expectativas crecieran —con el riesgo de que fueran demasiado altas, porque lo fueron— el nuevo Swift Sport dejó un muy buen sabor de boca.

Habrá quienes digan que 138 hp son pocos para considerarlo deportivo. Si fueran esos mismos caballos en Vitara, les daríamos la razón, pero el Suzuki Swift Sport 2019 combina la fórmula de una construcción sumamente ligera —no llega a la tonelada— con una serie de preparaciones deportivas que lo convierten en un coche ágil, directo, divertido, eficiente y sumamente capaz. Viajamos a Michoacán para ponerle las manos encima.

Suzuki Swift Sport

El espíritu racing reflejado en su apariencia

Mirémoslo desde fuera. El Swift es un coche pequeño y coqueto y, sin embargo, lo que llega con el apellido Sport lo transforman en un hatchback de apariencia ruda. Desde el retrovisor no impone como lo haría un muscle-car, pero sí que deja claro que se trata de un auto con espíritu racing.

Es fácil identificarlo como el modelo más picante de la gama. El cofre lleva unas nervaduras mejor definidas que desembocan en una parrilla de diseño específico con acabado tipo panal e insertos que simulan fibra de carbono mate. Las tomas de aire son más grandes, lleva un kit aerodinámico especial y cuenta con un difusor con salida de escape dual.

Suzuki Swift Sport 2

Quizá el mayor desencanto en la apariencia del auto radica en el tamaño de los rines. Todos esperábamos unos de 17 pulgadas iguales a los del modelo presentado a nivel internacional, pero la marca se decantó por unos de 16 pulgadas de diseño menos atractivo. No es que en Suzuki no quisieran ponerle rines más grandes, sino que las condiciones de nuestras calles orillaron a la marca a tomar la decisión de colocar unos más pequeños. Es un coche deportivo, sí, pero no quieren que sus clientes sufran con cada bache. En todo caso, para quien quiera los rines originales, Suzuki los ofrecerá como accesorio adicional.

Suzuki Swift Sport 3

Un Swift que respeta el significado de la palabra Sport

El Suzuki Swift Sport no es sólo un hatchback con accesorios racing y motor dos rayitas más potente. El auto cuenta con auténticas preparaciones deportivas. Para empezar, la suspensión fue rebajada 15 mm y endurecida para ofrecer un comportamiento más ágil al trazar curvas, sin resultar incómodo en pavimento maltratado —el perfil de los neumáticos es 50. Suma amortiguadores Monroe, una nueva barra estabilizadora y soportes adicionales fijados en la carrocería.

Suzuki Swift Sport 4

Esas modificaciones tan puntuales transforman la conducción en una experiencia más directa y divertida. Por la poca masa desplazada, la firmeza de su paso y la precisión de la dirección, el mejor escenario para explotar las virtudes del Swift Sport son las carreteras de montaña. Nuestra ruta por Mil Cumbres lo avala. Pudimos explorar los límites del auto y descubrir, con una sonrisa en la boca, que se encuentran mucho más altos de lo esperado.

El auto admite pasar rápido por curvas. Incluso rozando los límites, con presencia de algo de subviraje, predomina una sensación de control. El auto perdona errores en el cálculo de la dirección o de la velocidad antes de que intervengan las asistencias electrónicas. Buena parte del gran agarre se debe a los neumáticos que calza: unos Yokohama ADVAN A13 Ultra-high Performance 195/50 R16 84V iguales a los del Mitsubishi Lancer Evo X, pero adaptados a este vehículo.

Suzuki Swift Sport 5

El motor también es una pieza clave en la fórmula de diversión del auto. Su potencia no es apabullante, pero no debe preocuparse por cargar con el peso del auto; su única preocupación es ganar velocidad. Son sólo 138 hp, sí, pero también 170 lb-pie para un coche que pesa sólo 970 kg —995 kg si es automático. Aunque el motor es compartido con Vitara, no se trata del mismo bloque exactamente. El sistema de inyección directa es de siete puntos, lo que permite inyectar más combustible en caso de ser necesario para no privar al motor ni limitar su ímpetu velocista. Desarrolla 8 lb-pie más que en el SUV.

Suzuki Swift Sport 7

El modelo que condujimos utilizaba transmisión manual. A nuestro parecer es la mejor para tener el control absoluto del vehículo. Los cambios son cortos y precisos. Desde muy bajas revoluciones se siente la patada del turbo y, por la cantidad de par respecto al peso del auto, se puede ganar velocidad incluso con el acelerador a medio recorrido con la sexta velocidad engranada a 100 km/h. Si en algún momento llega a sentirse falto de energía a bajas revoluciones es porque engranamos una velocidad arriba de la óptima para mantener el ritmo. Y, en todo caso, se recuperará rápido.

La sensación que provee este motor es similar a la de un auto diésel, con la diferencia de un tacómetro mucho más elástico capaz de mantener el ritmo hasta a 6,000 revoluciones. Es divertido y, gracias a las dimensiones del auto, es fácil escabullirse entre las calles y carreteras. Completa los 100 km/h en 8 segundos.

Suzuki Swift Sport 8

Quizá los más puristas sentirán nostalgia por el motor atmosférico de la generación anterior. Se trataba de un hot-hatch de la vieja escuela con una aceleración muy lineal y sensaciones de manejo peculiares. Lo cierto es que, a no ser que vivamos cerca del mar, nuestras condiciones geográficas se entienden mejor con motores turbocargados. Es más divertido, desarrolla más par y también es más eficiente. El sistema Boosterjet ajusta la presión del turbo según el recorrido del acelerador, bien sea para optimizar el rendimiento de combustible si la demanda es baja o favorecer la respuesta si vamos con el pie a fondo. La marca habla de un consumo de 17 km/l en ciclo combinado.

Suzuki Swift Sport 9

Un coche sencillamente deportivo

El Suzuki Swift Sport no es un coche ostentoso ni pretende serlo. Si algo se le puede criticar a toda la gama del hatchback japonés es el tacto de los materiales en la cabina. Se nota un esfuerzo por incrementar la sensación de calidad al ofrecer diferentes colores y texturas, sin embargo, todos los plásticos son duros y los ensambles no son perfectos. El tema es ¿se le puede criticar la calidad de los acabados, cuando por 309,900 pesos estamos al volante de un auto con este nivel de manejo y equipamiento?

Al final, el Suzuki Swift Sport no deja de partir de la base de un vehículo sencillo y justo ahí recae su gracia: un vehículo con lo indispensable —y algo más— vestido con elementos deportivos. Sobre esta línea, los asientos se llevan mención honorífica por el nivel de soporte en curvas. Se nota que fueron desarrollados pensando en llevar el coche al límite.

Suzuki Swift Sport 10

En tema de equipamiento, el Suzuki Swift Sport incluye infotenimiento con pantalla de 7 pulgadas, navegación, compatibilidad con Android Auto y CarPlay, faros de LED, sensor de luz, climatizador automático, llave inteligente, equipo eléctrico, 6 airbags, control electrónico de estabilidad, frenos ABS —los discos son más grandes que un Swift convencional— y una computadora de viaje especial con pantalla a color y gráficos de historial de aceleración y frenado, desarrollo de potencia y par, aceleración lateral, tiempo de conducción, promedio de consumo —también con historial—, entre otros. Aquí, en todo caso, nos hubiera gustado que alguna de las pantallas mostrara un velocímetro digital.

Suzuki Swift Sport 6

Un coche muy capaz a un precio difícil de ignorar

El cliente de Suzuki Swift Sport es muy específico: gente que disfruta conducir y que busca un coche con prestaciones deportivas auténticas, sin exceso de lujos ni acabados demasiado ostentosos. Si lo entendemos así, no hay un competidor directo. Lo cierto es que por una etiqueta de 309,900 pesos para el modelo con transmisión manual y de 324,900 pesos para el automático, el Suzuki Swift Sport se está metiendo todavía en terreno de modelos más tradicionales, como KIA Rio Hatchback o Mazda2, ambos con motores atmosféricos.

Si hay que seleccionar a algún rival, su competidor principal es el SEAT Ibiza FR, que goza de una apariencia más agresiva y suspensión endurecida, pero con un propulsor más modesto. Al precio del Swift lleva un motor atmosférico de 1.6 litros y 110 hp; el competidor real es el 1.5 TSI Evo de 150 hp que no está a la venta en México. De esta manera, el hatchback de Suzuki mantiene una posición cómoda en su segmento. ¿Lo recomendamos? Mucho.

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