Probamos el Mazda2, ¿el mejor de su categoría?

El Mazda2 llegó a México, y lo hizo por la puerta grande. Desde que se anunciaron precios y equipamiento, el más pequeño de la familia Mazda se convirtió en un objeto de deseo, tanto, que muchos de los que acababan de comprar un hatchback de esta categoría sintieron el golpe —yo, el primero.

Hoy, con la cabeza fría y sin remordimientos, le pusimos las manos encima a esta nueva generación del Mazda2 por unos buenos cientos de kilómetros, ¿te quedas hasta el final para saber si detrás de su cara bonita verdaderamente se encuentra el mejor hatchback de su categoría?

Desde pequeño, el Mazda2 quiere ser una estrella del rock

Crear la nueva generación del Mazda2 no era la simple tarea de darle vida a un urbano más, era toda la hazaña de crear un hatchback que aportara valores estéticos a la propuesta. Hay teóricos que aseguran que nuestra clase social ya no va sobre lo que ganamos —al menos no del todo— sino del uso que le damos a las cosas. El auto, como simple medio de transporte, ya pasó de moda.

Ahí es donde recae el éxito en la fórmula no sólo del Mazda2, sino de la gama entera de Mazda: lo aspiracional como argumento de venta. Las proporciones del cofre, las líneas de estilo, los rines de 16" en dos tonos y la parrilla integrada a los faros de LED del Mazda2 dan justo en el blanco cuando el del coche de a lado mira con curiosidad intentando descubrir qué bicho es este hatchback rojo, que se viste como estrella de rock.

Lo aspiracional continúa en el habitáculo. Al abrir las puertas, nuestra mirada se clava en las costuras rojas que contrastan con la piel negra, el head-up display y la pantalla tipo tablet que nos dice que Mazda le está copiando a algunos fabricantes, a los correctos: BMW, Audi y Mercedes. Como en estas firmas premium, el infotenimiento del Mazda2 se puede controlar a través de una perilla, que resulta mucho más fácil que manipular la pantalla con mandos táctiles —también es posible.

Si hay algo que nos encantó del habitáculo del nuevo Mazda2, fue su atención a los detalles. En general, los materiales son muy buenos para tratarse de un auto de esta categoría; hay piel en el tablero, detalles cromados que simulan aluminio pulido e incluso algunos plásticos que imitan fibra de carbono en los páneles de las puertas y en la consola central. Los ensambles, sin embargo, no son perfectos. Hay algunos 'grillitos' provenientes de la zona de la pantalla y del portavasos.

Es fácil encontrar una posición de manejo adecuada; los instrumentos están colocados para que el conductor los encuentre sin grandes distracciones, y la información más relevante está siempre a la vista en el head-up display (velocímetro y control de velocidad crucero) y en la pantalla (audio). Nuestra única observación del diseño es que frente a la palanca de velocidades, donde están los puertos USB, no hay un hueco lo suficientemente grande para colocar el teléfono; hay que atravesar el cable por la palanca hasta llegar al portavasos. ¿Quisquilloso? Quizá, pero teniendo en cuenta el nivel de refinamiento, creemos que pudo haber sido mejor resuelto.

Ahora bien, el equipamiento, aunque no lo parezca, deja lugar a un par de reproches. Hay muchísimos elementos dignos de un auto de segmento superior, como head-up display, pantalla con control por perilla, un sistema de infotenimiento muy completo y fácil de usar, opción a navegador por $5,000, vestiduras en piel, asientos calefactables, aire acondicionado automático, equipo eléctrico y controles de velocidad crucero y de audio al volante. ¿Qué falta? Un quemacocos, quizá, pero principalemente, una mayor inversión en seguridad.

El Mazda2 ya lleva control de estabilidad, sumado a frenos ABS y a una estructura que protege al conductor en caso de colisión. El reproche radica en la cantidad de bolsas de aire, que se limita a dos; las frontales. Considerando que hay que pagar poco más de 240,000 pesos por esta versión, hubiéramos esperado encontrar seis; cuatro, como mínimo.

Y al volante del nuevo Mazda2, ¿qué tal se siente eso del zoom-zoom?

Visualmente, tanto por dentro como por fuera, el Mazda2 es un mini-Mazda3. A nivel conducción es en lo que más difiere de su hermano mayor, no en un mal sentido, porque la identidad de la marca se percibe en la puesta a punto del chasis, pero el Mazda2 se percibe claramente menos vivo que el Mazda3.

La razón es bastante obvia. En lugar de un motor de casi 190 hp, hay un modesto bloque de 1.5 litros de la familia SKYACTIV que en su mejor momento desarrolla 106 hp y 103 lb-pie de torque. La entrega de poder es progresiva; a 2,000 revoluciones se puede circular a buen ritmo, pero lo mejor llega al cruzar las 4,000 rpm.

La transmisión es automática de seis velocidades con modo manual. Si moderamos nuestra presión sobre el pedal del acelerador, los cambios son realizados suavemente y a veces son imperceptibles; al hundirlo, la caja desciende hasta dos velocidades para sacarle el mayor provecho al motor, y en modo Sport permite que el motor viva en un rango superior a las 3,000 revoluciones; con apenas insinuar el pie sobre el acelerador se siente una buena dosis de todo el torque disponible. Divertido.

En lo que respecta al chasis, la suspensión es bastante suave —se agradece en esta ciudad repleta de baches— y no titubea al ir rápido. El Mazda2 se siente ligero, pero bien plantado sobre el asfalto, incluso a altas velocidades. La dirección está en su punto exacto de suavidad, aunque nos hubiera gustado que fuera ligeramente más comunicativa, pero lo entendemos por el perfil urbano del auto.

El Mazda2 es de lo mejor que encontrarás si lo que buscas es distinción

No podemos darle queso a quien busca pan. Si vemos al Mazda2 como una propuesta de movilidad urbana que añada valores 'chic' a la balanza, entonces entenderemos por qué es una de las mejores opciones para quien busca esto, algo más que con qué moverse. En el polo opuesto, si intentamos comprenderlo como un auto familiar, cumple, pero quizá no sea la opción más sensata.

Desde la sensatez, la versión intermedia es la más interesante, pues su relación precio/calidad/seguridad/equipamiento lo convierten en una de las opciones más rendondas de su segmento. El modelo más equipado, que es el que tuvimos disponible para prueba, es una pedrada al segmento premium. No se maneja como un Audi A1, pero por equipamiento y diseño, incluso por refinamiento, le queda poco por envidiar.

Ficha técnica del Mazda2 2016

Precios del Mazda2 en México

• Mazda2 i MT — $192,900
• Mazda2 i AT — $203,900
• Mazda2 i Touring MT — $213,900
• Mazda2 i Touring AT — $224,900
• Mazda2 i Grand Touring — $244,900

Fotografía | Gerardo García
En Motorpasión México | Mazda CX-3: Precios, versiones y equipamiento en México