Comparativa: KIA Sportage vs Mazda CX-5 vs Honda CR-V vs Nissan X-Trail (II)
Hagamos de lado lo evidente, y ahora hablemos de percepciones. A nivel confort, por ejemplo, podemos afirmar que la Honda CR-V es el modelo con los asientos más cómodos y firmes del grupo, algo que sin duda agradeces en viajes largos, pero... vamos, uno no se termina comprando un SUV sólo porque le gustaron los asientos. Hablemos, pues, de sensación de calidad.
De los modelos evaluados, la Nissan X-Trail es el de los acabados más modestos. Sin caer en extremos, la calidad de los plásticos se percibe por debajo de la media de su categoría, sobre todo los detalles laqueados que recubren la parte central del tablero y la zona de la palanca de velocidades. Se rayan con facilidad y con el tiempo pierden su encanto.
Su diseño interior gusta a quienes disfrutan de un tablero elegante y aprecian la simplicidad de sus elementos, pero si Nissan X-Trail quiere asegurar su éxito a largo plazo, debe apostar por interiores que no sólo cautiven a los adultos fieles compradores de la marca, sino también al público joven que se acerca a este tipo de vehículos buscando algo más aspiracional.
¡Complejo de mamaván! La palanca de velocidades de Honda CR-V está colocada muy arriba, en la sección baja del tablero.
Con Honda CR-V la historia es parecida, pero tiene un final más feliz. Por dentro nos ofrece algo a lo que ya estamos acostumbrados: un diseño práctico, sin gran ostentosidad, pero con destellos sobresalientes como un cuadro de instrumentos tipo 3D. Los materiales son agradables a la vista y al tacto, pero lo más importante: si Honda creó los interiores con la intención de hacerlos más duraderos y aptos para el diario trajinar de las familias, entonces cumplió muy bien su objetivo.
En un plano más aspiracional, KIA Sportage y Mazda CX-5 se ubican en condiciones muy similares. Ambos presumen interiores que van más allá de la funcionalidad, con detalles deportivos o que guiñan un ojo al segmento premium. Sus diseños son frescos y bien balanceados, además la calidad de los plásticos y la tapicería es sobresaliente. Podríamos usar exactamente los mismos calificativos para una o para otra, pero en Mazda CX-5 los podemos colocar un escalón arriba, por muy poco.
Gracias a una mayor combinación de texturas y a unos ensambles mejor logrados que su rival coreana, Mazda CX-5 pone el estándar de cómo deberían ser los interiores del grupo. Eso sí, visto desde la ergonomía, Sportage nos regala el mejor diseño de los modelos probados. Incluso la posición del portavasos nos evita practicar contorsionismo cuando queramos tomar nuestro café por las mañanas.
Espacio y equipamiento: No todo es como lo pintan
A pesar de ser el más grande —en dimensiones—, la Nissan X-Trail no es la más espacioso del grupo. De hecho, seguido de Mazda CX-5, es la que más castiga a los pasajeros altos en la banca trasera. Su reducción de espacio se debe, en parte, a la decisión de Nissan por instalar una tercera fila —opcional y muy pequeña— y hacer más amplia la cajuela. Con 1,112 litros de capacidad, es la más grande del grupo.
Casi como si compartiera raíces con el Honda Fit, la CR-V es, sorprendentemente, la que mejor acomoda al más alto de nuestros editores, sin castigar en lo absoluto la capacidad de la cajuela, como sucede en KIA Sportage, que por sus cortas dimensiones, ofrece buen espacio para pasajeros, pero no unos litros menos para equipaje.
KIA Sportage es la más barata del grupo, pero también la más equipada. Ahí una de las claves de su éxito.
Para viajes largos, hay que decirlo, cualquiera de las cuatro cumple como un medio de transporte cómodo y entretenido. Es en el día a día donde encontraremos las diferencias entre un modelo y otro. Las cuatro son compatibles con smartphones, tienen sistema de navegación, llave inteligente, cámara de reversa, clima automático de doble zona y demás musts del segmento, pero KIA Sportage se coloca un paso adelante.
Además de ofrecer lo que todos, el SUV de los coreanos suma techo panorámico, sensores de proximidad delanteros, cargador inalámbrico para smartphone, calefacción en los asientos delanteros (poco útil en México) y limpiaparabrisas automáticos. Incluso hay cierto sabor a vehículo premium en detalles como las manijas —y los espejos—, que se iluminan —y se despliegan— cuando el conductor se acerca a la camioneta.
En el polo opuesto, considerando su precio, sería interesante una inyección de equipamiento para Honda CR-V. Se extraña, por ejemplo, apertura automática de cajuela, faros de xenón y sensores de reversa. Además, tanto en CR-V, como en X-Trail, el freno de estacionamiento es de pedal... sí, en pleno s. XXI, cuando todo va encaminado a hacernos la vida más sencilla. En CX-5 y Sportage es eléctrico, de "dedo".
Continuará... Continúa.
