KIA Sportage, lo probamos en Monterrey y no es el SUV desabrido en el que estabas pensando

KIA Sportage, lo probamos en Monterrey y no es el SUV desabrido en el que estabas pensando
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¡Por fin! Después de meses y meses de espera, pudimos ponerle las manos encima a uno de los cuatro modelos que el fabricante coreano comercializará en México a partir del segundo semestre de este año, el KIA Sportage. Viajamos hasta la ciudad de Monterrey para manejar este SUV light que la firma considera que será su vehículo más vendido en nuestro país.

El recorrido tenía toda la intención de poner en apuros al KIA Sportage. Pasamos por ciudad, vías rápidas, autopistas, carreteras de montaña con pendientes muy pronunciadas y curvas sumamente cerradas. Ahí, entre los diferentes escenarios, pudimos evaluar el comportamiento del SUV coreano en circunstancias complicadas. ¿Te quedas para saber quién terminó domando a quién?

¿Qué podemos esperar?

Kia Sportage 2 650

Nosotros no estamos para contarlo, ni tú para saberlo, pero KIA no quiere que se le asocie de ninguna forma con Hyundai en México. Ambas firmas comparten plataformas, motores e incluso fábricas, pero en el mercado compiten cara a cara con productos que nacieron de la misma raíz, pero que crecieron en diferente huerto.

Sin embargo, con todo y la advertencia no pudimos evitar asociar al KIA Sportage con el Hyundai ix35. Al final, ambos SUV están construidos sobre la misma plataforma y comparten el motor de 2.0 litros de 151 hp y 141 lb-pie de torque. Con esta idea en la cabeza, y esperando encontrar un andar muy similar al de ix35 —que, sin ser mala, tiende al lancheo y a no transmitir mucho a través de la dirección— tomamos las llaves del Sportage sin muchas expectativas de encontrar un manejo espectacular.

De pronto, sucede lo inesperado

Kia Sportage 3 650

Pisamos freno, giramos la llave y encendemos nuestro KIA Sportage de prueba en medio del helipuerto de la fábrica que la marca está construyendo en México. El cielo gris iba a tono con lo que esperábamos percibir al volante durante los primeros kilómetros: una suspensión que se excediera en suavidad, una dirección muy anestesiada y un motor justo de potencia.

Sucedió exactamente lo contrario. Apenas lo pusimos en marcha, la suspensión nos demostró que bajo esa carrocería blanca hay algo más que un ix35 reetiquetado. El KIA Sportage se encuentra en el punto exacto de firmeza para un SUV: pisa con aplomo sin caer en lo incómodo, absorbe las imperfecciones del pavimento sin mayor complicación y no presenta nada de lancheo el pasar por topes y baches.

La dirección comunica lo suficiente para saber qué sucede debajo de las ruedas y reacciona con precisión, pero se mantiene suave para encajar en los gustos del cliente objetivo de este tipo de productos. Nosotros la condujimos casi por completo en modo Sport —también se ofrece en modo normal y confort— y es justo así como creemos que más se disfruta, porque en modo confort aumenta la suavidad, pero se pierden sensaciones.

Kia Sportage 4 1000

Con aplomo

Incluso a altas velocidades, el KIA Sportage se siente bien plantado sobre el pavimento. Las asistencias intervienen sólo cuando es necesario.
Kia realizó un muy buen trabajo en la puesta a punto de la suspensión y la dirección del Sportage.

De ninguna manera queremos dar a entender que el KIA Sportage es un SUV deportivo. Su motor de 2.0 litros no rompe ningún récord de aceleración, pero despega con facilidad y se percibe más vivo que en el ix35, como si el Sportage fuera mucho más ligero. Simplemente, dentro de la apuesta del segmento por la comodidad, el Sportage hace un esfuerzo por transmitir buenas sensaciones de manejo.

Bajo ciertas circunstancias se conduce como si se tratara de un auto, y no de una camioneta. Durante el trayecto recto en la autopista, llegamos a 170 km/h sin que el Kia Sportage diera muestras de nerviosismo —salvo las zonas en las que el pavimento era irregular y se presentaba cierto balance. Sin embargo, en curvas la altura de la carrocería nos recordaba que estábamos al volante de un SUV con un centro de gravedad elevado, invitando a la prudencia, pero sin muestras de estar perdiendo el control.

Frenos, motor, dirección y transmisión: ¡Sufran!

Kia Sportage 6 650

Sí, esa fue la intención de llevarse al KIA Sportage a una carretera que conducía a las cascadas Cola de Caballo: castigar varios elementos del chasis para poner a prueba los límites del SUV coreano. La carretera de doble sentido es toda cuesta arriba, con pendientes muy pronunciadas en curvas cerradas.

Aquí, para no probar suerte con la caja automática, nos pasamos directo al modo manual y subimos en primera y segunda —en ocasiones pudimos engranar tercera— y mantuvimos un ritmo constante por encima de las 4,000 revoluciones, donde se encuentra la máxima entrega de par. Con tres pasajeros y su propio peso, el KIA Sportage subía sin problemas, pero sin prisa. En contadas ocasiones fue donde la transmisión no nos permitía descender a primera a pesar de que en segunda, con el pie fondo, al Sportage le costaba trabajo subir de revoluciones.

Kia Sportage Sumario

Ahora bien, llegando al final del recorrido, toca dar vuelta en U y desafiar a los frenos. Ahora, aquellas pendientes que hicieron sufrir al motor se convirtieron en rampas dispuestas a probar la puesta a punto de los frenos. Detienen con fuerza, mantienen su trayectoria incluso al frenar a altas velocidades y, a pesar de que les exigimos demasiado, no hubo sensación de que con el tiempo perdieran sus capacidades. El ABS no entra más que cuando es necesario. Bien.

Al final de la prueba, la computadora de viaje marcó unos muy respetables 7.9 km/l. ¿Respetables? Pues sí, tomando en cuenta que debíamos ir con el pie a fondo para alcanzar 170 km/h y que en las zonas de cuesta arriba prácticamente todo el trayecto fue por encima de las 4,000 revoluciones con constantes frenadas, rondar los 8 km/l es sobresaliente. Cuando las unidades estén disponibles para prueba, mediremos su rendimiento en ciudad y carretera en uso normal.

Aquí hay algo en ruso...

Kia Sportage 4 1000 Interior

Sí, lo de ruso es literal. Al echar un vistazo a la computadora de viaje nos encontramos con letras en ruso, lo que más adelante fue justificado con que nuestra unidad de pruebas no corresponde a la que KIA comercializará en México; fue extraída de un lote destinado para Rusia. El gerente de producto de la marca asegura que las variaciones mecánicas serán muy pocas, lo que cambia es el equipamiento.

No podemos tomar como referencia la versión que condujimos, porque no lleva el equipamiento exacto de ninguna de las tres versiones que se ofrecerán en México. El equipo de sonido, por ejemplo, corresponde al de la versión de entrada, pero el display a color en el cuadro de instrumentos es como el de la versión más equipada. Los asientos van tapizados en tela, aunque la versión tope en México llevará piel.

Donde sí lo podemos tomar como referencia es en calidad, pues los materiales y los ensambles serán los mismos que el modelo que manejamos. Los plásticos son agradables al tacto y a la vista, mientras que los ensambles se perciben sólidos, aunque con ciertos grillitos al circular en zonas muy mal pavimentadas.

¿Los precios del KIA Sportage? Te los digo luego

Kia Sportage 7 650

A pesar de que la marca nos permitió llevar al extremo al KIA Sportage, se reservó los precios para una fecha más cercana a la del lanzamiento. Tomando en cuenta el precio de sus rivales y su intención de ser competitivos en el segmento, podemos esperar un rango entre 320 y 380 mil pesos.

¿Contra quien va? Contra lo que se le ponga enfrente. A nivel conducción y equipamiento tiene buenos argumentos contra Honda CR-V, Toyota RAV4, Nissan X-Trail, Mazda CX-5 y compañía. Sus áreas de oportunidad son el espacio interior —que no falta, pero tampoco sobra— y la limitante de no ofrecer un motor más potente, que aunque con este 2.0 litros no le va mal, algunos de sus rivales se pueden llevar con bloques más potentes. ¿Y si se aventurara KIA con el motor turbo?

En Motorpasión México | KIA Forte 2016: Versiones y equipamiento en México
Fotografía | Gerardo García

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