Para que una marca pueda presentar al mundo un nuevo auto no sólo hace falta pensarlo y construirlo, también se tiene que probar para garantizar de la mejor forma que el cliente se llevará un buen producto a casa. Porsche está haciendo justo eso con el nuevo 911 de octava generación y nos muestra una galería de los lugares en los que han conducido su deportivo.
Como tal esta nueva generación adoptará mejoras en el motor, chasis, suspensión y más equipamiento, si bien por fuera tendrás que esforzarte por encontrar las diferencias, debajo de la carrocería hay muchas cosas nuevas.
Las pruebas que ha hecho la marca de Stuttgart van desde conducir el auto en países y locaciones cuya temperatura ambiente supera los 50º. También en países como Finlandia en donde el frío puede llegar hasta los 35º bajo cero, ahí prueban el arranque en frío, la vida de la batería y la respuesta del chasis y llantas en terrenos de poco agarre. Mientras que en lugares extremadamente calientes, prueban la durabilidad de los materiales al interior, el trabajo térmico del motor, efectividad del aire acondicionado y más.
También recorren caminos ubicados muy arriba, a más de 3,000 m sobre el nivel del mar, para conocer cómo se comportan con poco oxigeno. Las pruebas continuan en embotellamientos, viajes largos en carretera, pruebas de vueltas rápidas en circuito y el funcionamiento del motor con gasolina de distintos países, calidad y origen. Todo con el fin de hacer al 911 uno de los deportivos más duraderos y que más satisfacción genera en sus dueños.
Esta nueva generación será presentada durante este mes, pero las ventas y entregas del auto se darán en los primeros meses de 2019.
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