Probamos la Mitsubishi L200 y entendimos por qué es una gran opción una pick-up diésel
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Probamos la Mitsubishi L200 y entendimos por qué es una gran opción una pick-up diésel

Tener en nuestras manos una pick up mediana, de doble cabina, orientada al trabajo y, lo principal de todo, con motor diésel, nos ha hecho probarla cómo se debe ya que la finalidad principal de un producto como la Mitsubishi L200 es ser aguantadora y eficiente bajo un esquema de uso diario.

Poniéndonos en contexto, la Mitsubishi L200 es una camioneta que se encuentra en su quinta generación a nivel mundial, en el caso específico para México, el modelo 2016, es la segunda generación que se vende en nuestro país y la llegado con importantes mejoras mecánicas y estéticas que a continuación detallamos.

Por fuera, esta pick up japonesa muestra una carrocería con algunas características llamativas como su frente con faros alargados y parrilla cromada, una cabina de cuatro puertas que, vista lateralmente, nos llama la atención la forma de las puertas traseras que, en la parte que van pegadas a la caja, tienen una importante curvatura en forma de letra "J" que le da un sello distintivo a la camioneta.

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La altura con respecto al piso es realmente buena para el manejo off road, solamente está el detalle de los estribos laterales que, aunque aumentan la comodidad, pueden rozar fácilmente en un manejo fuera del asfalto.

Pasando al interior, la camioneta se percibe simple, con plásticos duros, fáciles de limpiar y con aceptable sensación de durabilidad. El equipamiento es justo y se tiene un sistema de sonido sencillo, con ranura USB, entrada auxiliar y iPod Ready. El aire acondicionado es de perillas y la instrumentación detrás del volante nos ofrece de manera muy básica un par de indicadores de la computadora de viaje.

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Los lujos, el equipamiento y la elegancia no es lo que la L200 tiene como fortalezas y realmente son cuestiones secundarias que se buscan en una camioneta de trabajo, aquí lo importante está en sus capacidades dinámicas.

Motor y carrocería a prueba de todo

Nuestra unidad de pruebas fue la versión con motor diésel de 2.5 litros con 134 HP y un torque de 232 lb-pie que hace juego con una transmisión manual de cinco velocidades que es capaz de llevar la potencia a las cuatro ruedas. Estos elementos, con solo mencionarlos, nos previenen de grandes capacidades de carga, de remolque y por qué no, de diversión y/o eficacia en caminos difíciles.

Manejándola en carretera y autopista nos advierte que sus caminos ideales son en ciudad y terracería. Es una camioneta que pide malos tratos en caminos irregulares en lugar de elevadas velocidades en el asfalto. El empuje del motor diésel es bueno y la combinación con la caja hace que los consumos de diésel puedan llegar a cifras de 15 km/lt por lo que su tanque de 75 litros podrá entregar una autonomía de más de 1,000 kilómetros si practicamos un manejo tranquilo.

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La Mitsubishi L200 es una camioneta que prefiere malos tratos en caminos irregulares en lugar de elevadas velocidades en el asfalto.

El andar en carretera y autopista no ofrece esa comodidad de un auto o de un SUV. Estamos hablando de una pick up diseñada para el trabajo que se percibe un tanto saltona, vamos, no es nada preocupante, es parte de su esencia y en el trabajo diario esa dureza de la suspensión se traduce en durabilidad y aguante de malos tratos.

Entrar a terracería y caminos difíciles es pan comido, el sistema Easy Select de la tracción 4X4 se maneja desde una clásica palanca ubicada justo a un lado de la encargada de cambiar las velocidades y nos brindará la confianza necesaria para sortear charcos, lodo, pendientes, camino resbaloso y piedras de considerable tamaño. El motor diésel tiene la potencia y el torque necesarios para demostrar sus buenas capacidades todo terreno.

Hecha para el trabajo

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Luego de poder manejar y probar la Mitsubishi L200 en todos los terrenos posibles, podemos concluir que esta pick up tiene argumentos suficientes para aguantar un trabajo pesado, ya sea recorriendo diariamente caminos en mal estado, soportando carga en su caja, así como remolcando, todo ello con un motor que no brilla por transmitir emociones pero que cumple en términos de eficiencia de combustible y eficacia al momento de exigirle potencia y torque.

El precio de entrada de esta camioneta en su versión gasolina 4X2 es de $309,900 ofreciendo un motor 2.4 litros con 126 HP, por su parte, la versión diésel 4X4 que probamos tiene un precio de $369,900 y se coloca como la única opción del segmento con este tipo de motor por lo que la competencia (Ford Ranger, Toyota Hilux y Nissan NP300 Frontier), tendrán una clara desventaja en este apartado.

8.3

Diseño exterior8.0
Diseño interior7.5
Calidad7.5
Habitabilidad8.5
Capacidad de carga9.0
Motor9.5
Seguridad7.0
Comportamiento9.0
Comodidad8.5
Precio8.5

A favor

  • Motor diésel con gran empuje y eficiencia
  • Capacidades todo terreno
  • Durabilidad y resistencia al maltrato

En contra

  • Equipamiento interior
  • Sistemas de seguridad

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