El Hennessey Venom GT fue el único rival verdadero del Bugatti Veyron. Controversia aparte, el Venom GT logró velocidades incluso mayores a las registradas por el todo poderoso Bugatti. La gran diferencia era que el Veyron lo lograba con aire acondicionado, cajuerla, sistema de sonido y acabados de lujo, mientras que el Venom era un auto que se preocupaba por una sola cosa: ir rápido.
La producción del Venom GT llegó a su fin y la última unidad fue vendida en 1.2 millones de dólares. La única diferencia entre este auto tan especial y uno normal es la pintura color azul con un par de delgadas franjas blancas que cruzan por el centro del auto. Ya habíamos visto este diseño en el World Record Edition, sólo que esta vez con colores diferentes.
El Venom logró un récord de velocidad para un auto de producción de 435.3 km/h aunque sólo lo pudo hacer en una dirección por lo que el récord no es oficial. A pesar de eso estamos habando de un auto que es capaz de superar los 400 km/h y que cualquiera con la cartera lo suficientemente grande podía comprar. Estos números se logran gracias al motor V8 twin turbo de 7.0 litros con 1451 caballos de fuerza y 1355 lb-ft de torque. Cuando se presentó tenía una potencia de 1000 caballos, pero evidentemente fue evolucionando.
El Venom GT no era el auto más sofisticado pero pasará a la historia como uno de los más rápidos que han existido y por ser el único que realmente se le podía poner de frente al Veyron (Koenigsegg nunca lo ha demostrado). Por ahora la fábrica se concentrará en su próximo proyecto: el F5. Según Hennessey el auto será capaz de sobrepasar los 465 km/h y todo indica a una guerra abierta entre los texanos y Bugatti para ver quién se puede acercar más a los 500 km/h, si es que eso es siquiera posible en un auto de producción.
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