Este conductor, quien en su Ford Explorer transportaba varias cubetas de a galón de pintura, y al perder el control de la SUV, terminó en una zanja y con el interior del auto, su perro, y el mismo, cubiertos en varios colores.
Seamos sinceros, no importa la cantidad de líquido que llevemos en el auto, si corremos el riesgo de manchar nuestra apreciada propiedad, hacemos lo posible por evitar cualquier derrame. Aseguramos la carga, manejamos más lento, evitamos los baches y los topes, etc. Pero no todo mundo hace lo mismo.
Afortunadamente, aunque el conductor fue trasladado a un hospital, sus heridas fueron menores. Claro que su auto probablemente ha quedado inusable, y su perro con un nuevo color de pelo.
El can, que parece ser una mezcla de labrador y originalmente de color negro, fue atendido por un par de bomberos, quienes lo bañaron y limpiaron.
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