¿Recuerdas al Fiat Grande Punto que se ofrecía en México a mediados de la década pasada? Su producción en Europa continuaba hasta hace algunos días y sus características no eran muy distintas a las del modelo presentado en 2005, que todavía utilizaba una plataforma compartida con General Motors —el Corsa de cuarta generación, en concreto.
A lo largo de sus 13 años de trayectoria, el Fiat Punto pasó de ser uno de los subcompactos referentes en materia de diseño y tecnología, a ser sinónimo de coche barato. Las unidades que todavía quedan en stock llevan descuento y se colocan como uno de los vehículos más accesibles del segmento B.
En la actualidad puede encontrarse por menos de 8,000 euros —por poner un ejemplo, un SEAT Ibiza arranca por encima de 12,000 euros— e incluye rines de acero, computadora de viaje, equipo eléctrico, reproductor de música, bolsas de aire frontales, control electrónico de estabilidad y asistente de arranque en pendientes. La oferta de motores incluye dos motores atmosféricos de 1.2 y 1.4 litros de 69 y 77 hp, respectivamente, así como un diesel de 1.3 litros de 95 hp. Hay variantes capaces de quemar gas natural y biocombustible.
En diciembre del año pasado, Euro NCAP realizó nuevamente una evaluación de seguridad al Fiat Punto, convirtiéndolo en el primer auto en conseguir una calificación de cero estrellas dentro de la historia de la organización europea.
FCA quiere concentrarse en el segmento de lujo
No hay un reemplazo del Fiat Punto en los planes de FCA. Su lugar en la línea de producción de la planta de Melfi, en Italia, será ocupado por un segundo SUV que lanzará Maserati próximamente.
El segmento de los vehículos pequeños de Fiat en Europa quedará liderado por la amplia oferta del 500 y sus distintas variantes, desde el monovolumen (500L), hasta el crossover (500X). De manera indirecta, los Fiat Panda y Tipo —conocido como Neon en México— cubren el hueco que deja el Punto en el segmento B.
